jueves, 14 de octubre de 2021

 Triquinosis: producción y consumo consciente  

En nuestro país, la triquinosis se ocasiona en forma de focos estacionales dispersos en todo el territorio provincial y nacional. Desde el Colegio de Veterinarios de la Provincia de Buenos Aires brindan recomendaciones de prevención para productores y consumidores.
 

Según el informe de Notificaciones de Enfermedades Denunciables, generado por la Coordinación General de Epidemiología y la Dirección de Planificación y Estrategia de Sanidad Animal del Senasa, en el período 2010-2019 se registraron 509 protocolos emitidos para la enfermedad trichinellosis. Buenos Aires fue la provincia con mayor cantidad de focos de trichinellosis, con un total de 274 focos (57%)  con mayoría de focos en cerdos domésticos.
En este sentido, cabe señalar que si bien el cerdo es quien se encuentra involucrado con mayor frecuencia en los brotes humanos, también se registran brotes por carnes de animales silvestres consumida generalmente en forma de chacinados y embutidos sin control bromatológico o carne fresca insuficientemente cocida. En este caso, las notificaciones de trichinellosis silvestre fue del 18% respecto a la totalidad de las notificaciones en general. Desde que se comenzaron a registrar los eventos en estas especies en el año 2013, se ha incrementado significativamente la cantidad de denuncias.
“La triquinosis o trichinellosis es una enfermedad parasitaria que se transmite al consumir carne infectada con larvas del parásito del género Trichinella spp, señalan las autoridades del Colegio de Veterinarios de la Provincia de Buenos Aires. En el hombre se presenta con un cuadro clínico variable, se puede cursar en forma asintomática o presentar síntomas similares a los de una gripe con fiebre, dolor muscular, dolor de cabeza, edema, picazón de párpados y episodios gastrointestinales como diarrea y vómitos. En caso de infección grave, puede presentar alteraciones cardíacas, respiratorias y trastornos en la locomoción. En el animal, específicamente, en el cerdo no se presentan síntomas
En el país la triquinosis es una enfermedad endémica con focos distribuidos en varias jurisdicciones que coincide con la distribución de la producción porcina. Asimismo, “la estacionalidad de la enfermedad es muy marcada, por lo que es importante ser conscientes al momento de la producción y el consumo”, señalan desde la Comisión de Inocuidad Alimentaria del Colegio de Veterinarios Bonaerense.
Al igual que en los animales, la trichinellosis en humanos es un evento de notificación obligatoria. Según datos del Ministerio de Salud de la Nación, entre los años 2014- 2019, se notificaron 5875 casos al Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud (SNVS 2.0). 
Es de esta manera que los veterinarios como Agentes de Salud, debemos bregar por buenas prácticas de producción porcina”, señalan desde los referentes de CVPBA, y explican que “el trabajo en conjunto con todos los actores involucrados en la cadena de notificaciones permite poder llegar al origen del foco animal y de esta manera poder evitar que se afecten más personas”. 
Por otro lado, resaltan que “en nuestro continente, la principal causa de contagio está relacionada a los cerdos alimentados en basurales, con desperdicios o restos de alimentos donde habitan roedores. Las personas la contraen cuando consumen carne de cerdo, chacinados o embutidos, en la mayoría de los casos de elaboración casera, sin haber realizado los controles sanitarios correspondientes”.
Es por ello que es necesario que la población tome conciencia de que esta enfermedad puede prevenirse con medidas sencillas de fácil adopción. A fin de garantizar la inocuidad de los alimentos  y un consumo responsable, desde el Colegio de Veterinarios de la Provincia de Buenos Aires recomiendan:

Para el consumidor:

  • Comprar chacinados en establecimientos habilitados y no en lugares informales.
  • Verificar que tengan una etiqueta  que certifique su origen.
  • Cocinar correctamente la carne.
  • La  sal, el ahumado o la cocción de microondas  no matan el parásito.
  • Ante presencia de síntomas de la enfermedad, luego de consumir productos de dudosa procedencia, dirigirse a un centro de salud.


Para los productores:

  • Mantener los establecimientos en buenas condiciones higiénicas.
  • Combatir los roedores
  • Eliminar la basura
  • Alimentar adecuadamente a los animales.
  • Analizar una muestra de carne de cada animal mediante la prueba de DIGESTIÓN ENZIMÁTICA

Desde el CVPBA concluyen que es necesario dimensionar las implicancias que esta enfermedad tiene en la Salud Pública. Año tras año se incrementan los casos, aun cuando se conocen las causas que la ocasionan y las posibilidades de evitarla”; y agregan: "El trabajo es arduo, pero es factible alcanzar resultados bajando el número de brotes y afectados a través de un trabajo conjunto entre la  sociedad, las autoridades gubernamentales, los veterinarios y  los responsables de garantizar la sanidad animal y la salud pública”.
 

Ante cualquier duda, consulta o alerta, comunícate con el área de Bromatología de tu localidad.
Los veterinarios, Garantes de Una Salud



 Inocuidad y seguridad alimentaria los pilares de un consumo cuidado

Mucho se habla pero poca dimensión hay sobre la importancia de estos temas. El contexto de Pandemia por Covid-19 llevó a extremar algunos cuidados pero aún no se tiene en cuenta el rol que tienen ciertas acciones a la hora de consumir determinados alimentos. Desde el Colegio de Veterinarios de la Provincia de Buenos Aires comparten algunos consejos a tener en cuenta.
 

La inocuidad y la seguridad en los alimentos son términos que están estrechamente ligados, ya que un alimento es apto para el consumo al no estar contaminado con pesticidas, residuos, virus, bacterias o parásitos. Además, en tanto se tengan los cuidados y procesos necesarios, se logrará el objetivo de una producción sustentable, es decir, un uso eficiente de los recursos, con menor impacto ambiental. 
De esta manera, los productores, veterinarios y agrónomos se encuentran presentes en toda la cadena de producción de alimentos. Los veterinarios, como agentes sanitarios, tienen la responsabilidad de trabajar en pos de la prevención de las zoonosis y las enfermedades de transmisión alimentaria (ETAs)
En nuestro país, a través del impulso del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), en 2015, se logró sancionar la Ley N° 27233, por medio de la cual se declaró de interés nacional la sanidad de los animales y los vegetales, así como la prevención, el control y la erradicación de las enfermedades y de las plagas que afecten la producción silvoagropecuaria nacional, la flora y la fauna, y responsabiliza a toda la cadena productiva por su accionar.
Los referentes de la Comisión de Inocuidad Alimentaria del Colegio de Veterinarios de la Provincia de Buenos Aires, señalan que desde hace unos años, se comenzó a vivenciar un cambio de paradigma para toda la profesión, “donde el veterinario tiene asignado un rol importante a cumplir en sanidad, seguridad e inocuidad alimentaria y en la erradicación de zoonosis, que se alcanza con los diálogos y consensos necesarios, garantizando alimentos seguros e inocuos a consumidores internos y externos”; y señalan que más que nunca en este contexto es necesario e imprescindible que el veterinario tenga y cumpla esa labor, ya que “por su formación y ejercicio, asegura la erradicación de las zoonosis, asesora sobre las mejores prácticas de sanidad y producción animal; y controla la seguridad e inocuidad de los alimentos de origen animal. También son quienes deben trabajar para plantear estrategias sanitarias locales”, resumen desde el CVPBA.
Los alimentos que encontramos en las grandes cadenas o en las despensas de barrio, tienen su origen en la industria agropecuaria“es por eso que es importante entender que sin sanidad animal, no existe inocuidad y seguridad alimentaria, tampoco una producción sostenible y sustentable”, señalan desde el Colegio de Veterinarios Bonaerense.
Este trabajo que se destaca por ser multidisciplinario, coordinado y en equipo es lo que permite prevenir las zoonosis y las enfermedades de transmisión alimentaria (ETAs). Pero, ¿qué son las zoonosis y que son las ETAs? 
Por un lado, las zoonosis son enfermedades infecciosas transmisibles naturalmente desde animales vertebrados al ser humano; como lo es la rabia. Y las ETAs, son “las enfermedades transmitidas por alimentos y hacen referencia a cualquier enfermedad causada por la ingesta de un alimento contaminado que provoca efectos nocivos en la salud del consumidor; son totalmente prevenibles y las buenas prácticas de inocuidad son fundamentales para mantener y fomentar la buena salud”; como por ejemplo la triquinosis por chacinados sin control o el Síndrome Urémico Hemolítico por una hamburguesa mal cocida. Desde la Comisión de Inocuidad Alimentaria nos explican y expresan que “es por eso que todos estamos llamados a garantizar la inocuidad de los alimentos desde las entidades gubernamentales, los productores agrícolas, los operadores de empresas y los consumidores”.

De esta manera, los miembros de la Comisión de Inocuidad Alimentaria del Colegio de Veterinarios de la Provincia de Buenos Aires nos comparten cinco claves a tener en cuenta y prevenir toda posibilidad:

1- Mantener la higiene
Los microorganismos pueden ser transportados por las manos de elaboradores, los equipos, los utensilios y la ropa de trabajo si no se lavan adecuadamente; y por los animales y plagas, si no se evita su presencia. Un leve contacto con los alimentos puede contaminarlos. Por eso:

  • Lavá y desinfectá todas las superficies y utensilios con agua potable. 
  • Protegé los alimentos y las áreas de cocina, elaboración y depósitos de insectos, plagas y otros animales. 
  • Lavate las manos con agua y jabón antes y durante la preparación de los alimentos, y cada vez que sea necesario.

2- Utilizar agua y materia prima segura

  • Usá agua segura o potabilizarla antes del consumo.
  • Lavá bien las frutas y hortalizas antes de consumirlas.
  • Seleccioná alimentos seguros, con rotulación. No consumas leche si no está pasteurizada o chacinados adquiridos en lugares no habilitados.

3- Cocinar completamente los alimentos
Una cocción correcta elimina los microorganismos peligrosos. Si se alcanza en todo el alimento una temperatura de 72ºC, se garantiza su inocuidad. 

  • Evitá que los alimentos queden crudos en su interior, sobre todo los trozos grandes de carnes, pollos enteros, carnes molidas, pescados y huevos. Sin color rosado en su interior o sus jugos.

 4- Evitar la contaminación cruzada                   
Los alimentos crudos pueden contener microorganismos peligroso, factibles de transferirse a los alimentos cocidos y a los ya listos para consumir durante su preparación y almacenamiento.

  • Separá los alimentos crudos de los cocidos y de los listos para consumir
  • Conservá los alimentos crudos en recipientes cerrados y separados del resto

5- Mantener los alimentos en temperaturas seguras 
Algunos microorganismos pueden multiplicarse muy rápidamente en los alimentos si se conservan a temperatura ambiente.

  • Mantener refrigerados los alimentos perecederos (carne, lácteos y pescado) 
  • No descongelar los alimentos a temperatura ambiente
  • No cortar la cadena de frío durante el traslado de los alimentos 
  • No comprar alimentos que no hayan sido adecuadamente conservados/refrigerados. 

Los Veterinarios, garantes de una Salud