viernes, 26 de junio de 2015

CIARA Y CEC ANUNCIARON LIQUIDACIÓN DE DIVISAS

INGRESARON 611 MILLONES DE DÓLARES DE LA AGROEXPORTACIÓN EN LA ÚLTIMA SEMANA

Buenos Aires, 22 de junio de 2015.- La Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), entidades que representan un tercio de las exportaciones argentinas, anunciaron hoy que durante la última semana (entre el 15/06/15 y el 19/06/15) las empresas del sector liquidaron la suma de 610.830.297 de dólares.

Asimismo, el monto liquidado desde comienzos de año hasta el 19 de junio asciende a 9.965.443.267 de dólares.

La liquidación de divisas está fundamentalmente relacionada con la compra de granos que luego serán exportados ya sea en su mismo estado o como productos procesados, luego de una transformación industrial.

La mayor parte del ingreso de divisas en este sector se produce con bastante antelación a la exportación, anticipación que ronda los 30 días en el caso de la exportación de granos y alcanza hasta los 90 días en el caso de la exportación de aceites y harinas proteicas. Esa anticipación depende también del momento de la campaña y del grano de que se trate.

La liquidación de divisas de las empresas del sector en los últimos años fue:

Año
Liquidación en U$S
2003
9.450.254.098
2004
11.062.109.135
2005
11.654.280.836
2006
12.276.089.612
2007
17.567.939.767
2008
21.919.850.891
2009
16.198.645.201
2010
22.228.931.266
2011
25.133.393.782
2012
23.069.014.717
2013
23.208.541.446
2014
24.143.756.928


La información de la liquidación de divisas está disponible en el sitio Web

http://www.ciaracec.com.ar.

EL COMPLEJO CEREALERO-OLEAGINOSO ARGENTINO

Este complejo agroindustrial representado por CIARA-CEC, que coloca a la Argentina como uno de los principales países productores de alimentos del mundo, participó en 2014 con el 37,5 % del total de las exportaciones del país.

Con la contribución y el trabajo de este segmento productivo, la Argentina es líder mundial en exportaciones de aceite de soja (43 % del mercado global en 2014), harinas proteicas de soja (44 %) y aceite de maní (34 %); es el segundo exportador mundial de cebada (12 %) y sorgo (18%); es el tercero de grano de soja (6% del total), harina de maní (15%) y harina de girasol (5%); es el cuarto exportador mundial de maíz (10%) y aceite de girasol (5%); y, el décimo de trigo (1%).

El complejo oleaginoso argentino, la mayor y más eficiente concentración industrial (“clúster”) del mundo, ha realizado inversiones por más de U$S 2 mil millones entre 2004-2012 y constituye el sector que individualmente más exporta del país. Tiene algunas de las plantas con mayor capacidad individual de molienda del mundo. La producción agroindustrial oleaginosa argentina llega a más de 100 destinos.

El complejo cerealero-oleaginoso ocupa a más de 28.000 empleados en forma directa y es así uno de los sectores productivos que más dinamiza y aporta progreso al interior del país.

Prensa CREA

Siembra de trigo en picada

La caída de área implantada es consecuencia de las bajas expectativas y de la nula rentabilidad para los productores

Diez años atrás, la cosecha nacional de trigo fue de 16,9 millones de toneladas y la producción mundial, de 626,7 millones. En el último ciclo, la Argentina produjo 12,5 millones de toneladas (26% menos), mientras que el mundo alcanzó los 726,4 millones (16% más). Para la siembra de este año, en nuestro país, se pronostican caídas adicionales importantes.

Esta reducción de la producción que se registra, con altibajos, en los últimos años en nuestro país es consecuencia de la respuesta de los productores a las malas condiciones de rentabilidad y a medidas restrictivas del comercio del cereal, que determinaron que en la actualidad cerca del 35% de la última cosecha continúe sin venderse por no encontrar compradores. Ante esa realidad, muchos productores han optado por no sembrar trigo en 2015, lo que perjudica la vida económica de las comunidades pampeanas y disminuye el ingreso de divisas para el país.

En un estudio realizado por los Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA) se observó que, desde el ciclo comercial 2007/8 al 2013/14, se comercializaron 86,2 millones de toneladas de trigo, de las cuales, por las restricciones comerciales impuestas, el 56 por ciento se negoció por debajo del valor que correspondería haber pagado mensualmente en el mercado argentino. Dentro de ese volumen (48,2 millones de toneladas), el 23,4 por ciento se vendió a valores menores al 70 por ciento del precio de paridad, en tanto que el resto se comercializó con precios que representaron entre el 70 y el 90% del valor teórico correspondiente. Se refleja así el alto impacto en los ingresos de los productores de las restricciones cuantitativas a la actividad comercial triguera.

Escenarios posibles

La campaña de trigo en marcha encierra muchas incertidumbres para los productores y para el país. Hay gran reticencia a sembrar trigo por los problemas sufridos. Sin embargo, habría una posibilidad de cambio en el tratamiento que recibiría el cereal.

Para tratar de dilucidar la evolución que puede tener la actividad, técnicos de CREA desarrollaron dos escenarios macroeconómicos para los meses venideros. El primero, con una tasa de inflación por encima de la evolución del tipo de cambio, similar a la situación actual; el segundo, con una evolución del tipo de cambio por encima de la inflación. Se mantuvieron las retenciones y las restricciones a las exportaciones.

En el primer escenario, un campo promedio del sudoeste bonaerense debería producir 3500 kilos de trigo por hectárea para cubrir los costos, incluido el alquiler. Este rendimiento se encuentra 22 por ciento por encima de lo que se produce en esa zona.

En el segundo escenario, se deben producir 3100 kilos por hectárea para cubrir los costos, 9 por ciento más que lo que el cultivo rinde normalmente.

En síntesis: las distintas situaciones que se plantean para la producción de trigo no generan resultados alentadores para los agricultores, lo que explica la importante reducción esperada de la siembra en 2015. Esto también repercute negativamente sobre quienes han hecho fuertes inversiones en el NOA, tendientes a satisfacer las demandas de harina y fideos de la región, y exportar a países vecinos.

Para recuperar la competitividad de la actividad triguera, se requieren cambios que exceden a las variables macroeconómicas, siendo imprescindibles medidas puntuales sobre la actividad, como la eliminación de los derechos de exportación y los permisos de embarque (ROE). Aunque varíen las condiciones macro, las regulaciones que rigen el mercado triguero deberían ser reconsideradas.

Los precios FOB Golfo para diciembre de 2015 –del orden de 245 dólares por tonelada- están disponibles para los exportadores. Sin embargo, las cotizaciones internas del cereal para esa época -del orden de 130 dólares por tonelada- se encuentran alejadas de aquéllos. Esto significa que el mercado no recibe señales contundentes de que la próxima cosecha de trigo se venderá sin retenciones ni ROE, y eso arrastra hacia abajo a toda la cadena comercial. Los productores consideran los precios que se le ofrecen a cosecha en diciembre y enero, y no se sienten estimulados a sembrar. Con 130 dólares por tonelada y rindes normales no alcanzan a cubrir los costos y por eso no compran semilla, fertilizante ni otros insumos para trigo. Habría un cambio drástico en la campaña triguera si el mercado percibiera que habrá modificaciones importantes en el tratamiento comercial del cereal.

Si se modifican sustancialmente esas variables que condicionan el negocio triguero, se generaría la posibilidad de recuperar la posición histórica que nuestro país ocupó durante muchas décadas entre los principales países productores del cereal.


Comunicado de prensa Nº 9

viernes, 12 de junio de 2015

CVPBA| Exportaciones y controles sanitarios

Sobre los supuestos casos de muermo y sacrificio en caballos exportados


Una historia a dos voces que pone en juego la transparencia de los intercambios internacionales. Surgen en su interior una serie Interrogantes que plantean la necesidad de brindar la información adecuada para lograr el buen desempeño profesional, efectivizar los controles sanitarios y las correspondientes condiciones de comercialización.

Estos días circuló la noticia sobre el diagnóstico positivo de Muermo en 36 caballos argentinos que fueron exportados a Chile. El Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) de ese país informó que los equinos, destinados a carreras, fueron sometidos al sacrificio sanitario por presentar “indicios positivos” de esta enfermedad infecciosa causada por la bacteria Burkholderia mallei. Según los medios chilenos, “los resultados de los análisis hechos por el Organismo chileno, fueron corroborados por un laboratorio en Francia, por el de referencia de Unión Europea y en Alemania, por el Laboratorio Friedrich Loeffler Institut de la Organización Mundial de Sanidad Animal” y el Director Nacional del SAG, Ángel Sartori, justificó el sacrificio sanitario y el accionar expresando que "se trata de una enfermedad que como Servicio debemos notificar en forma inmediata a la OIE. Nuestro país está libre de ella y debemos velar porque eso se mantenga, dado que su propagación pudo haber traído consecuencias graves, que afortunadamente pudimos detectar a tiempo".

Para entender la situación es necesario aclarar que el muermo es transmisible al hombre y, según la Organización Mundial de sanidad animal (OIE), la fuente de infección más extendida es la ingesta de alimentos o de agua contaminados. Es decir, las malas condiciones de mantenimiento, alimentación, transporte y la insalubridad junto con la superpoblación en los establos son factores de riesgo. La enfermedad puede curarse en el hombre si es tratada rápidamente y la tasa de mortalidad es muy alta en las infecciones no tratadas. La infección puede suceder por contacto directo con animales infectados y sus secreciones, como también a través comida, tierra y agua contaminadas. Además, se puede prevenir gracias a los controles sanitarios de los animales y de los espacios que habitan.

Al respecto, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) confirmó que el sacrificio sanitario realizado por el Servicio Agrícola Ganadero (SAG) de Chile fue de 36 equinos: 27 procedentes de Argentina y 9 chilenos, por haber resultado, algunos de ellos, serología positiva a la enfermedad. Hasta el momento, no ha recibido notificación oficial del SAG en lo que respecta a las fechas de tomas de pruebas ni sobre el cumplimiento de las condiciones de aislamiento de los animales exportados desde el país y el posible contacto con caballos chilenos. Tampoco se tiene información oficial respecto a las técnicas, protocolos y antígenos utilizados en el diagnóstico, ni sobre la realización de técnicas que confirmen la situación.

Es importante recalcar que, de acuerdo a las investigaciones realizadas hasta el momento y al Manual de las Pruebas de Diagnóstico y de las Vacunas para los Animales Terrestres de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), la técnica de fijación de complemento prescripta para el comercio internacional, puede arrojar resultados falsos positivos, y los animales mantener esta condición durante meses.

Ante la situación, se comenzó con las investigaciones epidemiológicas correspondientes ya que Argentina, al igual que Chile, está considerada como país libre de muermo. Según se informó, se procesaron los sueros de los 27 caballos exportados (obtenidos para pruebas diagnósticas exigidas por Chile previa la exportación), resultando 26 negativas y uno anticomplementario, es decir, reaccionante sin la presencia del antígeno. Al mismo tiempo, se tomaron muestras de los 73 equinos residentes en el establecimiento de origen en nuestro país, en donde se encontraba los caballos enviados a Chile. Las muestras fueron procesadas en el Laboratorio del Senasa y resultaron negativas. Por todo esto, desde Argentina se expresa que no existe ninguna evidencia epidemiológica para considerar la modificación del estatus de país libre de muermo.

No es posible agregar más sobre lo actuado a nivel oficial, pero queda un importante vacío en relación a lo no actuado. El Colegio de Veterinario de la Provincia de Buenos Aires desea plantear, a este respecto, una serie de preguntas que se hacen necesarias para transmitir la información de una manera correcta, ¿Tranquilizan los comunicados oficiales? ¿O solo dejan traslucir un simple mecanismo de defensa que coloca las responsabilidades hacía afuera (de ambos lados de la historia)?

Se comprende que la demora en la difusión busca proteger y resguardar el hecho, hasta tanto se aclare la situación epidemiológica. Pero no menos importante es que esta información no fue comunicada oportunamente a las organizaciones u otros organismos profesionales. No se conoce que lo mismo haya sucedido con los criadores de caballos, asociaciones y comercializadores de equinos. Entonces, ¿Los veterinarios que trabajan en el medio no deberían conocer esta situación para implementar las medidas preventivas adecuadas para el caso? ¿Los veterinarios son o no agentes de Salud Pública? ¿Deben o no colaborar con los organismos oficiales? ¿Los trabajadores y demás integrantes del sector deben conocer la situación para defenderse del posible riesgo sanitario y/o ayudar en la investigación epidemiológica?

Estas preguntas deberían ser consideradas para actuar en consecuencia. Nada debe ser secreto. Puede haber reserva y recaudos tomados con el objeto de evitar males mayores, pero es sabido que no hay iluminados para resolver estos problemas. Hay manuales de procedimientos, reglamentos y normas Internacionales, conocimientos y procedimientos epidemiológicos a cumplir. Entre todos, con la adecuada información y capacitación, debemos actuar profesionalmente, cada uno en su tarea y área correspondiente. Así, se hace necesario trabajar en conjunto y realizar una ordenada investigación que pondere la transparencia en las relaciones con otros países, en las exportaciones o intercambios; pero sobre todo, que busque resguardar la Salud Animal y Pública.

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Prensa - Colegio de Veterinarios de la Pcia. de Bs. As.
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martes, 9 de junio de 2015

CIARA Y CEC ANUNCIARON LIQUIDACIÓN DE DIVISAS

INGRESARON 573 MILLONES DE DÓLARES DE LA AGROEXPORTACIÓN EN LA ÚLTIMA SEMANA

Buenos Aires, 08 de junio de 2015.- La Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), entidades que representan un tercio de las exportaciones argentinas, anunciaron hoy que durante la última semana (entre el 01/06/15 y el 05/06/15) las empresas del sector liquidaron la suma de 573.449.228 dólares.

Asimismo, el monto liquidado desde comienzos de año hasta el 05 de junio asciende a 8.565.304.904 dólares.

La liquidación de divisas está fundamentalmente relacionada con la compra de granos que luego serán exportados ya sea en su mismo estado o como productos procesados, luego de una transformación industrial.
La mayor parte del ingreso de divisas en este sector se produce con bastante antelación a la exportación, anticipación que ronda los 30 días en el caso de la exportación de granos y alcanza hasta los 90 días en el caso de la exportación de aceites y harinas proteicas. Esa anticipación depende también del momento de la campaña y del grano de que se trate.

La liquidación de divisas de las empresas del sector en los últimos años fue:


Año
Liquidación en U$S
2003
9.450.254.098
2004
11.062.109.135
2005
11.654.280.836
2006
12.276.089.612
2007
17.567.939.767
2008
21.919.850.891
2009
16.198.645.201
2010
22.228.931.266
2011
25.133.393.782
2012
23.069.014.717
2013
23.208.541.446
2014
24.143.756.928


La información de la liquidación de divisas está disponible en el sitio Web

http://www.ciaracec.com.ar.


EL COMPLEJO CEREALERO-OLEAGINOSO ARGENTINO
Este complejo agroindustrial representado por CIARA-CEC, que coloca a la Argentina como uno de los principales países productores de alimentos del mundo, participó en 2014 con el 35 % del total de las exportaciones del país.

Con la contribución y el trabajo de este segmento productivo, la Argentina es líder mundial en exportaciones de aceite de soja (43 % del mercado global en 2014), harinas proteicas de soja (44 %) y aceite de maní (34 %); es el segundo exportador mundial de cebada (12 %) y sorgo (18%); es el tercero de grano de soja (6% del total), harina de maní (15%) y harina de girasol (5%); es el cuarto exportador mundial de maíz (10%) y aceite de girasol (5%); y, el décimo de trigo (1%).

El complejo oleaginoso argentino, la mayor y más eficiente concentración industrial (“clúster”) del mundo, ha realizado inversiones por más de U$S 2 mil millones entre 2004-2012 y constituye el sector que individualmente más exporta del país. Tiene algunas de las plantas con mayor capacidad individual de molienda del mundo. La producción agroindustrial oleaginosa argentina llega a más de 100 destinos.

El complejo cerealero-oleaginoso ocupa a más de 28.000 empleados en forma directa y es así uno de los sectores productivos que más dinamiza y aporta progreso al interior del país.

miércoles, 3 de junio de 2015

Prensa CREA

AACREA lanzó el Proyecto Rotaciones en el tambo

Los sistemas lecheros se intensifican y demandan una mayor producción de forraje por hectárea. En los últimos años, la proporción del suelo ocupado por cultivos para silaje (maíz y sorgo) aumentó respecto de las pasturas perennes.

En contraste con la agricultura, en el tambo no se cosecha solamente el grano de los cultivos sino toda la planta. Por lo tanto, un menor porcentaje de carbono vuelve al suelo, lo que podría comprometer su fertilidad en los próximos años.

Esta realidad hace imprescindible el desarrollo de estrategias específicas con relación al manejo del suelo. Por tal motivo, la Comisión de Lechería de los Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA) lanzó el “Proyecto Sustentabilidad de Rotaciones de Tambo” junto con el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y el apoyo de la Asociación de Cooperativas Agrícolas (ACA) y Pioneer.

Entre los objetivos específicos por alcanzar se encuentran: estudiar el efecto del tambo sobre el suelo, realizar una descripción de las rotaciones en sistemas de producción de leche de las principales cuencas del país, generar indicadores para la toma de mejores decisiones, proveer información para asistir a instituciones públicas y privadas y concientizar a técnicos y empresarios lecheros sobre el tema.

El proyecto durará tres años y será conducido por grupos de productores, asesores e investigadores nucleados en tres regiones: Centro de Santa Fe y Córdoba, Oeste de la provincia de Buenos Aires y Cuenca Abasto de Buenos Aires. Además, se trabajará con información proveniente de tambos CREA distribuidos en 10 zonas productivas diferentes que representan el 10% del total de la leche producida en el país.